En Madrid hay calles para todos los gustos: infinitas como la calle Alcalá, exclusivas como Serrano o con historias truculentas como la calle de los Artistas.
Sin embargo, hay una serie de vías capitalinas que destacan porque sus nombres reflejan leyendas o historias curiosas y son orgullo de los madrileños. ¿Quieres visitarlas con nosotros y aprender un poco más de nuestra maravillosa ciudad?
Calle de Rompelanzas (A un minuto a pie de Hotel Regente)
A pocos metros de la Puerta del Sol se sitúa la calle más corta de Madrid, de solo una decena de metros de longitud y que nació como un atajo para caballerías entre la calle Preciados y la del Carmen al derribar unas casas en el siglo XVI.
Era una calle tan estrecha y con baches tan profundos que varios carruajes rompieron allí sus lanzas lo que, según cuenta la tradición, dio nombre a esta pequeña vía que pasa casi desapercibida para los viandantes.
Calle de las Tres Cruces (A tres minutos andando de Hotel Regente)
Esta calle tiene sus orígenes en la época de la Inquisición, cuando se quemaron aquí a tres herejes, un hombre y dos mujeres, a los que el Santo Oficio acusó de profanar la imagen de una Virgen de la Iglesia de la calle de La Salud.
Las tres cruces que soportaron los cuerpos mientras se quemaban acuñan el nombre de la calle.
Calle del Desengaño (A tres minutos a pie de Hotel Regente)
Paralela a la Gran Vía se encuentra la calle del Desengaño, una de las vías más antiguas de Madrid. Cuenta la leyenda que, en el siglo XVIII, mientras dos caballeros se batían por el amor de una dama vieron pasar una figura femenina cubierta por un velo y perseguida por un zorro. Los dos contendientes, sorprendidos, pararon la disputa y la siguieron para comprobar que, en realidad, era una momia muy bien conservada. Al parecer, los caballeros, decepcionados por el descubrimiento, exclamaron “¡Qué desengaño!”, interjección que dio nombre a la vía.
Calle del Pez (A siete minutos de Hotel Regente)
Esta antigua calle se llamaba Fuente del Cura hasta finales del siglo XVII debido al estanque que allí se ubicaba. Cuenta la tradición que Juan Coronel trasladó allí su residencia, tras lo cual la fuente empezó a desaparecer poco a poco y, con ella, los peces que allí había. Juan Coronel tenía una hija llamada Blanca, que rescató el último pez que quedaba con la esperanza de que sobreviviera, algo que no sucedió, pues el animal murió a los pocos días. Fue tal la tristeza que este hecho causó en la joven que decidió hacerse monja, tras lo cual su padre ordenó esculpir un pez de piedra con la leyenda “Casa del Pez”.
Calle de la Pasa (A diez minutos a pie de Hotel Regente)
Reza un antiguo dicho madrileño que “quien no pasa por la calle de la Pasa no se casa”. Esta calle era llamada así porque allí mendigaban muchos pobres, a los que se acostumbraba a entregar un puñado de pasas cuando se quería acceder a la sede del arzobispado, donde acudían las parejas que querían casarse en aquella época.
En la actualidad aquí se localizan las residencias de los arzobispos y cardenales de Madrid.
Como sabes, Hotel Regente también está situado en una de las calles más castizas de la capital, Mesonero Romanos, llamada así por Ramón de Mesonero Romanos, uno de los más ilustres cronistas de Madrid. Visítanos y te contaremos más historias y leyendas de nuestra querida calle ¡Te esperamos!