Madrid en noviembre es una partitura en blanco donde cada visitante puede componer su propia música. Un tema musical que se adapta al estado de ánimo de cada uno y donde la ciudad se convierte en la mejor directora de orquesta.
Despertarse en la ciudad de Madrid.
Levanta el sol del amanecer en la capital y tenemos que hacerlo con buen pie. Entre las sábanas pocas cosas te van a hacer levantar, ni siquiera intentes negarlo, todos tenemos despertares duros. Pero serán menos duros si lo hacemos con la canción apropiada.
Si eres de los que les gusta despertarse con música tranquila, “Tennis-I miss that feeling” es una balada tranquila, pero que no llega a ser lo suficiente como para permitirnos cinco minutitos más. Si se busca algo menos tranquilo, otra opción es la de “General Electrics “con “Raid the Radio”. Tranquila, pero que con su buen rollismo te darán ganas de levantarte y ver el mundo que te aguarda fuera. Finalmente “Klaatu-A Routine Day” es siempre un punto inflexible de la rutina diaria. Puede parecer extraño, pero estos sonidos te transportan por un mundo de placer sonoro que dará fuerzas para continuar con la mañana.
Si se gusta estar en mitad del camino entre esto y el puro rock, las pequeñas baladas de guitarra y vocal son igualmente agradables. La gran cantidad de tipos y grupos diferentes en este género supone una amplia variedad que contentará a todos. Si se quieren recomendaciones, las canciones de “Radical Face” (en especial “Secrets”) son de gran ayuda.
Algunos prefieren empezar dando un buen solo de guitarra matutino a su cuerpo y ánimo, para ello cada uno tiene sus gustos. Si se quiere uno despertar así, poco se puede hacer más que escuchar una canción de White Stripes, Black Keys o la clásica “Should I stay or Should i go” de “The Clash” para debatirnos si salir o no de esa cama tan cómoda. Si se quiere optar por algo rokero con lo que desayunar un poco y ver la ciudad de Madrid mientras se toma un buen café matutino una recomendación personal es la de “The Alarms Clocks-Yeah” que, aparte de tener un nombre adecuado, dan ese tono a las mañanas.
Otros probablemente se sientan en su “día de la marmota” particular, con todo este mundo teñido de un gris perpetuo, “Sonny&Cher- I got you, babe” seguro que levanta de la cama a todo Bill Murray que se plazca.
El vals del metro y el coche:
En noviembre el transportarnos por Madrid puede llegar a ser un gran suplicio.
Si se viaja en metro, nuestro viaje comienza en bajar las escaleras sin tener ningún tropiezo, después tratar de no resbalar en el pulido suelo mojado del andén y por supuesto la carrera para llegar al metro, al son del tema principal de “humor amarillo” o “Annie-Its a Hard Knock Life”. Algo menos clásico, pero igualmente adecuado.
La otra gran opción preferida por todos los madrileños y visitantes para desplazarse es el coche. El humor varía mucho en este dependiendo de tu destino, pero generalmente un atasco o calle estrecha va a aparecer en nuestro camino. En estos momentos podemos optar por relajarnos, respirar y pensar en cosas que nos distraigan o pasar al contrataque y pensar en este atasco como un pequeño parón previo para avisar a Madrid que ya llegamos. Si eres de los primeros “Madeon-PopCulture” si eres de los míos, “Wavves-Animal” o “Trough The Fire and Flames” para que sepan que no nos amedrentamos en lo más mínimo.
Ahora, la ciudad se adapta a ti
Puede parecerte algo extraño, pero la ciudad se te pega al cuerpo. Ese extraño aura de música y gentes, culturas y sonidos…acaba haciéndose a nuestros oídos, o nuestros oídos a ellos. Ir por el metro y escuchar una tonadilla apagada de un violinista en la parada, tocando esa canción que tanto nos inspira a ser mejores, levanta la mañana de hasta el más pobre en sentimiento.
Madrid tiene mucha gente, y algunos resultan ser muy grandes.
La vuelta relajada:
Imagina que has estado fuera toda la noche, la música rock, pop, latina etc. inundaba tu noche…probablemente lo que menos te apetece es volver a una casa ruidosa, donde no se permita el sueño y la vigilia se hace norma. Hotel Regente os conoce, por eso sus agradables habitaciones, atento servicio y tranquilos inquilinos darán un descanso necesario del mundo exterior.
