Madrid es una ciudad donde siempre hay algo que hacer, sea invierno o verano, haga frío o calor. Mientras que otras grandes ciudades de España son abandonadas en agosto por sus habitantes en busca de otros lugares donde pasar unos días de descanso, en la capital de España las calles hierven de actividad y nadie se aburre, a no ser que quiera hacerlo. Y gran culpa de ello la tiene su amplia oferta cultural, de ocio y, por supuesto, sus fiestas tradicionales.
Una de las celebraciones que más gente atrae a Madrid en verano son las tradicionales Fiestas de La Paloma, que se celebran en torno al 15 de agosto en el distrito de La Latina y que son lugar de encuentro de madrileños y de foráneos que vienen a la capital expresamente a disfrutar de ellas.
El humilde origen de las Fiestas de La Paloma
Cuentan las crónicas que el cuadro con la imagen de la Virgen, inicialmente llamada Virgen de la Soledad por la expresión triste de su rostro, fue descubierta en un corralón por unas monjas de Santa Juana en torno a 1787.
Unos tres años más tarde, en 1790, Isabel Tintero, una vecina de la calle de La Paloma, pidió oficialmente al Ayuntamiento un permiso para exponer el cuadro en su portal, al cual se acercaban los vecinos para encomendarse a la Virgen y pedirle favores. Con el paso del tiempo, su fama fue creciendo hasta el punto de que se le cambió el nombre a la imagen, pasándose a llamar Virgen de La Paloma.
Alrededor de 1797, trasladaron el lienzo a la Iglesia de San Pedro el Real, de la cual sale en procesión cada 15 de agosto después de que un bombero baje la pintura del retablo en el que está instalada.
La verbena de La Paloma, fiesta y tradición
Las fiestas de La Paloma se concentran en la calle de la Paloma, en la plaza de las Vistillas, en la plaza de la Paja y en el Campo de la Cebada y son la excusa perfecta para que los madrileños y madrileñas luzcan sus mejores galas de chulapos y manolas.
Las corralas, los balcones y las fachadas de estas zonas también se engalanan en honor a la Virgen con luces y guirnaldas y son testigos de concursos de mantones de Manila, bailes, verbenas y actuaciones musicales, tanto de orquestas populares como de música moderna.
Como en cualquier celebración que se precie, no falta la degustación de los productos típicos de Madrid, como las gallinejas, los entresijos o los callos, regados con bebida abundante y fría, pues no olvidemos que en estas fechas el calor aprieta en la capital.
Las Fiestas de La Paloma en la cultura
Las Fiestas de la Paloma son tan populares, que han sido ampliamente representadas en varios ámbitos culturales, destacando la zarzuela La Verbena de La Paloma de Ricardo de la Vega y Tomás Bretón estrenada en 1894 en el madrileño Teatro Apolo y las tres versiones cinematográficas de 1921, 1934 y 1963, pasando así, al imaginario colectivo madrileño como una de sus fiestas más queridas e icónicas.
Si estás en Madrid a mediados de agosto, te recomendamos que te pases por estas fiestas tan representativas del espíritu madrileño y que disfrutes de toda la diversión que te ofrece. Y recuerda que en Hotel Regente estaremos esperándote por si quieres descansar después de toda la noche bailando chotis sin parar ¡Esperamos que te lo pases muy bien!